Procrastinar es posponer o retrasar tareas o decisiones importantes a favor de actividades menos relevantes o más placenteras. Este comportamiento está estrechamente relacionado con la forma en que gestionamos nuestra energía. Tareas que requieren alta concentración, o actividades que no nos divierten o que naturalmente no nos atraen, pueden ser procrastinadas cuando nos sentimos agotados o estamos con poca energía.
Las formas más comunes de procrastinación están relacionadas con evitar comenzar una tarea que percibimos como aburrida o difícil, con la distracción con otras actividades sin importancia (redes sociales, por ejemplo), o con el mal manejo del tiempo, ya sea porque calculamos mal el tiempo necesario para efectuar la actividad o porque dilatamos hasta último momento para realizar la tarea.
En el contexto del trabajo, la procrastinación puede tener impacto directo en la disminución de la productividad, aumento del estrés y ansiedad, podría también afectar negativamente la calidad del trabajo y las relaciones laborales.
Procrastinación y Estilos de Pensamiento
Cada estilo de pensamiento está asociado con diferentes maneras de percibir el mundo. Cada modo de pensamiento presenta ciertas habilidades, destrezas, y por lo tanto actividades que requieren muy poca energía y también tareas de las que no disfruta. Nuestro estilo de pensamiento puede influir en nuestra tendencia a procrastinar de maneras específicas, según las tareas que nos energizan y las que nos demandan gran consumo de energía.
Frontal Izquierdo:
Las personas con una dominancia frontal izquierda tienden a ser lógicos, racionales y orientados a objetivos. Su manera de procrastinar suele ser cuando quedan atrapados en la búsqueda de datos perfectos o en la necesidad de analizar cada indicador antes de tomar una decisión. La necesidad de perfección y el análisis excesivo pueden dilatar el inicio y la finalización de tareas importantes. También pueden dilatar tareas de registro de información secuencial, como cargar información planillas o formularios.
Frontal Derecho (Creativo y Visionario)
Las personas con dominancia frontal derecha son visionarias, imaginativas y disfrutan explorando nuevas ideas. Pueden procrastinar porque se distraen con muchas ideas nuevas y emocionantes, lo que les dificulta concentrarse en una sola tarea. También pueden evitar tareas estructuradas o repetitivas y suelen eludir tareas administrativas o asuntos de facturación.
Posterior Izquierdo
Las personas con dominancia posterior izquierda son metódicas, estructuradas y sistemáticas. Suelen procrastinar al dedicar demasiado tiempo a planificar y organizar sin pasar a la acción. La necesidad de tener todo perfectamente alineado puede retrasar el inicio de las tareas. Pueden llegar a dilatar un lanzamiento o un proyecto porque faltan detalles en el cronograma.
Posterior Derecho
Las personas con dominancia posterior derecha son comprensivas, empáticas y se centran en las relaciones. Suelen procrastinar al priorizar las relaciones y el bienestar emocional sobre las tareas, o al evitar actividades que puedan causar conflicto o incomodidad emocional a otras personas.
Comprender nuestro estilo de pensamiento, nos puede ayudar a desarrollar estrategias de control de energía personal, entendiendo cuáles son nuestros talentos naturales, las actividades que disfrutamos hacer y cuáles las tareas que nos demandan más energía, que naturalmente evitamos o dilatamos.
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