El primer lugar en el que deberías buscar las claves para un cambio de vida es en tu interior. Con esto no quiero decir que ya podés cerrar este artículo y ponerte a meditar hasta que te llegue la respuesta, sino que no esperes encontrar soluciones rápidas ni que al terminar de leerlo tendrás el trabajo hecho.
Lo que busco con lo que viene a continuación es darte herramientas e ideas para que puedas comenzar ese cambio, pero está claro que llevarlo adelante depende únicamente de vos. La motivación, paciencia y perseverancia son esenciales para lograrlo.
Claves para lograr un cambio de vida
1. Entender qué querés cambiar y porqué
El primer paso a dar en tu camino hacia un cambio de vida es identificar cuáles son las razones que te llevan a no estar a gusto con tu situación actual. Esto puede ser el trabajo, la relación con tu pareja, la falta de actividades que te motiven, las amistades, el no tener tiempo para vos, tu situación financiera, etc.
Saber qué es lo que querés revertir es la única manera de poder enfocarte para trabajar en ello.
2. Practicar el autoconocimiento y tomar la decisión
Aunque suene duro, la mayoría de la gente que no logra un cambio en su vida es porque no hacen nada realmente significativo para lograrlo, sino que ponen más energía en quejarse que en resolverlo.
En otros casos, es porque no saben cómo hacerlo, y se resignan a aceptar que esa es su realidad y no hay mucho que puedan hacer para cambiarla.
Pero si estás leyendo este artículo es porque ninguno de los dos anteriores es tu caso. Lo que sí te puede estar faltando es tomar la decisión definitiva de empezar a transitar el camino del cambio, porque una cosa es buscar información y tener la motivación, y otra muy distinta es llevarlo adelante, ya que es ahí cuando la mayoría de los proyectos se frustran.
El autoconocimiento es algo que no todos tienen en cuenta, creyendo que conocerse a uno mismo es algo lógico. Reconocer cuáles son tus fuertes y debilidades, lo que te motiva y lo que no, entender tus necesidades y ser sincero con tus sentimientos, es un proceso al que debés dedicarte de manera consciente y honesta, ya que esto te ayudará a identificar lo que necesitás para poder progresar.
3. Establecer un plan con pequeños objetivos
Una vez que ya estás decidido en empezar este nuevo camino hacia el cambio en tu estilo de vida y en busca de una mejor versión propia, viene el momento de pasar de la motivación a la acción.
Dar los primeros pasos puede ser lo más desafiante del proceso, ya que es posible que te encuentres con la dificultad de no saber por dónde empezar, ni cómo, y que estés tan acostumbrado a la rutina actual que te cueste pensar en cambios. Pero como ya sabés, estos cambios de hábitos son necesarios si quieres resultados.
El cambio de vida es un proceso paulatino en el que cada decisión influye. Para no frustrarte y disfrutar del camino, lo mejor es dividir las metas que quieres alcanzar en pequeños escalones que te lleven a ella. Cumplir pequeños objetivos te motivará a seguir buscando otros.
4. Investigar cómo podés hacer el cambio realidad
No te quedes de brazos cruzados, todos los días intenta hacer algo que te acerque a tu objetivo, y una de esas cosas es buscar las distintas maneras de concretar los pequeños cambios de los que hablamos antes.
No tengas vergüenza de consultar y pedir ayuda, como tampoco tengas miedo de experimentar en busca de lo que te hace bien, y de eso hablamos a continuación.
5. Afrontar el miedo y salir de la zona de confort
No está mal tener miedo, siempre y cuando esto no nos paralice. El miedo puede ser una consecuencia lógica cuando estamos frente a un nuevo desafío, comenzando algo significativo y que nunca habíamos intentado antes. Para algunas personas, el miedo es una pared que los hace frenar y darse la vuelta, mientras que para otras es una de las etapas lógicas de todo cambio.
Siempre que el miedo aparece cuando estoy por emprender un nuevo proyecto, me recuerdo que todas las veces que lo sentí y lo superé, grandes resultados me esperaron del otro lado, por lo que cada vez más confío en las cosas que me generan esa sensación.
En tu zona de confort está todo lo que conocés: tu casa, tus relaciones humanas, tu trabajo, tu comida, tu barrio; dentro de ella sabés más o menos lo que va a pasar y cómo controlarlo, pero solo tomando el riesgo de salir es que se consiguen los cambios verdaderos. Nadie dice que es fácil ni que los resultados siempre son los soñados, pero creo que no hay nada peor que quedarse con la duda de qué habría pasado si lo intentabas.
En los momentos de duda o frustración, recordá las motivaciones que te llevaron a buscar este cambio de vida.
6. Rodearse de gente positiva
Gran parte de nuestra personalidad y estado de ánimo está formado por la gente con la que más tiempo pasamos. La influencia de la energía ajena es tan importante que no podemos permitirnos absorber demasiado de lo que no nos hace bien.
Muchas veces romper este círculo es complicado porque quienes tienen energías negativas pueden ser nuestros familiares directos o amigos con los que tenemos un vínculo de muchos años. Esto no significa que tengas que cortar toda relación si no quieres, pero sí que busques expandir tu red de contactos para incluir a gente que esté más en sintonía con tu vibración.
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