Ya no es suficiente tener un buen currículum o demostrar cierto nivel de experiencia, ahora el mercado laboral y las empresas tienen en cuenta algunas habilidades personales a la hora de valorar a un candidato que postula a un puesto.
En una sociedad altamente competitiva donde las profesiones tradicionales ya no tienen cabida, contar con una formación con utilidad profesional que sea demandada por los contratadores y que aporte valor es indispensable si se quiere tener éxito profesional o encontrar empleo. Y, es que además de formarse, es necesario aprender y desarrollar habilidades tan solicitadas como la capacidad de trabajar de forma práctica y estratégica. Pero, exactamente ¿cuáles son las habilidades con mayor impacto y que afectan a la selección de un candidato en el mercado laboral?
Autoconocimiento
Tener conciencia de las fortalezas y desafíos individuales permite enfocar nuestros esfuerzos para mejorar las carencias e impulsar nuestras virtudes. El autoconocimiento contribuye a conocer cuáles son nuestros méritos profesionales y personales. A su vez, el autoconocimiento está relacionado con la autoeficacia. Es decir, si nos conocemos a nosotros mismos tendremos una creencia acertada de nuestra propia capacidad para tener éxito en una situación concreta.
Esta habilidad es valorada por los contratadores porque confirma que una persona con un nivel adecuado de eficacia consigue un mayor logro de objetivos y gestiona mejor la presión y el estrés. En el contexto empresarial y profesional el autoconocimiento es un factor altamente valorado por su influencia en el crecimiento y ejecución del liderazgo. Las empresas y empleadores aprecian esta cualidad por el nexo que existe entre autoconocimiento y productividad.
Ante esto, ¿qué podemos hacer para cultivar y mejorar el autoconocimiento? En primer lugar, debemos pararnos a examinar nuestros valores y habilidades. Este análisis nos dirá las fortalezas que debemos fomentar para aprovecharlas en el contexto profesional y, al mismo tiempo, compensar las debilidades. Por lo tanto, un conocimiento de nosotros mismos y de nuestro potencial es esencial para que una empresa decida apostar por nuestro perfil.
Pensamiento estratégico
El pensamiento estratégico conlleva ser capaz de tener visión de futuro lo cual implica planificación y organización. Planificar con anticipación sabiendo discernir lo urgente o prioritario frente a lo que es accesorio, resulta clave en este aspecto, especialmente para obtener una ventaja competitiva. Pero, también el pensamiento estratégico implica anticipar problemas potenciales, cuestionar lo convencional, tener una actitud flexible y de adaptación e interpretar tendencias y datos desde el presente y el futuro.
En realidad, el pensamiento estratégico es una de las habilidades más valoradas por las empresas, puesto que se centra en un enfoque orientado hacia el futuro. Ser capaces de elaborar una estrategia y un plan de acción para lograr un objetivo es esencial para las empresas, de ahí que le den tanta importancia a esta cualidad.
Empatía
La empatía es otra de las cualidades que va más allá de las habilidades clásicas, siendo la gran aliada de las relaciones interpersonales. Esta competencia de liderazgo consiste en tener la capacidad de entender y comprender a los demás, tanto en lo que verbalmente expresan como siendo conscientes de sus sentimientos y emociones.
Las empresas más innovadoras y profesionales líderes valoran a los empleados enfocados en las personas. Además, la empatía está relacionada con el trabajo en equipo, la colaboración entre empleados y departamentos, algo fundamental en el universo empresarial. Eso repercute en el clima laboral y, por lo tanto, en el trabajo en equipo y la productividad final de las empresas.
Investigaciones recientes desvelan que la empatía en el lugar de trabajo está relacionada con el grado de desempeño laboral. En otras palabras, los directivos que practican un tipo de liderazgo empático con las personas de su equipo logran un alto nivel de desempeño y compromiso.
Demostrar empatía en el lugar de trabajo también mejora la comunicación en general. No solo se trata de saber expresar ideas y opiniones, sino de ser capaces de transmitir la información de forma clara, oportuna y eficaz, con el fin de establecer relaciones verdaderas que mejoren el desempeño y el clima laboral.
Capacidad de iniciativa
Otra habilidad valorada por las empresas y por el mercado laboral en general, es la iniciativa para tomar decisiones de forma independiente. Esto significa ser una persona proactiva y resolutiva. Realmente, la palabra iniciativa aparece con frecuencia en numerosas descripciones de ofertas de trabajo.
¿Cómo se demuestra la capacidad de iniciativa? Existen varias formas de tomar la iniciativa en el trabajo. Algunas de ellas son: ser proactivo y anticiparse en la realización de tareas; detectar oportunidades de mejora en los procesos y actividades de la empresa; o buscar soluciones a problemas, sean simples como complejos.
En resumen, hoy en día no es suficiente tener experiencia profesional y conocimientos teóricos y prácticos. Desde las empresas solicitan una serie de destrezas o habilidades personales, también conocidas como soft skils. Buscan profesionales capaces de dar respuestas creativas a problemas actuales y futuros, y por ello, el desarrollo de las habilidades que hemos analizado resultan ser indispensables.
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